La toxina botulínica y los rellenos dérmicos de ácido hialurónico se han hecho inmensamente populares en el campo de los procedimientos cosméticos, ofreciendo a las personas la oportunidad de mejorar su aspecto sin someterse a cirugías invasivas.
Gracias a su capacidad para reducir temporalmente las arrugas, suavizar las líneas de expresión y restaurar el volumen de diversas zonas del rostro, la toxina botulínica y los rellenos dérmicos han ganado un amplio reconocimiento y aceptación entre las mujeres y los hombres que buscan tratamientos estéticos no quirúrgicos.
El denominador común de estos dos tratamientos es que pretenden combatir, reducir o retrasar el proceso de envejecimiento para que el individuo consiga un aspecto más joven y rejuvenecido.
¿Debe preocuparle el envejecimiento?
Envejecer es algo inevitable, eso está claro. Sin embargo, la percepción de envejecer puede cambiar de una persona a otra.
En la sociedad actual existe cierta presión (en parte debida a las plataformas de las redes sociales) para parecer joven y seguir unos cánones de belleza concretos, lo que ha provocado un aumento del deseo entre muchas personas de "luchar" contra el proceso de envejecimiento. Otros movimientos, como el "proenvejecimiento", han surgido para celebrar el paso del tiempo, que pretendía percibirse como un privilegio y como algo que hay que abrazar y aceptar con gracia.
Además, los avances en los procedimientos cosméticos han instigado a que los tratamientos contra el envejecimiento tengan como objetivo hacer que el paciente se sienta bello y seguro de sí mismo de acuerdo con su edad.
El deseo de parecer y sentirse joven puede deberse a varias motivaciones, como aumentar la confianza en uno mismo, sentirse más atractivo, mantener una ventaja competitiva en el trabajo o simplemente sentirse mejor consigo mismo.
Sea cual sea su enfoque del envejecimiento, en este artículo le explicaremos las diferencias entre el botox y los rellenos dérmicos con fines de rejuvenecimiento y cuál podría ser más adecuado para sus necesidades.
¿Qué es la toxina botulínica?
La toxina botulínica, comúnmente conocida como Botox, es un neurotóxico utilizado en procedimientos cosméticos para reducir temporalmente la aparición de arrugas y líneas finas en la cara. La toxina botulínica actúa bloqueando las señales nerviosas que provocan las contracciones musculares, lo que conduce a una relajación temporal de los músculos tratados.
Las zonas más comunes para tratar estas líneas son las arrugas del entrecejo, las patas de vaca y las arrugas de la frente. En este sentido, hay que tener en cuenta que este tratamiento no elimina las líneas ya formadas. En cambio, este procedimiento es ideal como una forma de prevenir las arrugas y los primeros signos de envejecimiento cuando ni siquiera son muy perceptibles.
Las inyecciones de toxina botulínica se administran en pequeñas cantidades con una aguja fina directamente en los músculos afectados. El procedimiento es mínimamente invasivo, lo que lo convierte en una opción popular para quienes buscan tratamientos estéticos no quirúrgicos.
¿Qué son los rellenos dérmicos?
Ácido hialurónico Los rellenos dérmicos restauran el volumen, alisan las arrugas y realzan los rasgos faciales. Al inyectar ácido hialurónico a través de una jeringa, el gel penetra en la piel, creando una superficie que rellena el pliegue o la línea. Como resultado, las líneas finas y las arrugas casi desaparecen, haciendo que su aparición sea apenas perceptible.
Los rellenos dérmicos se utilizan habitualmente para tratar zonas como las mejillas, los labios, los pliegues nasolabiales, las líneas de marioneta y debajo de los ojos para reducir el aspecto de ojeras o hundimientos. El procedimiento suele ser rápido y mínimamente invasivo, con un tiempo de inactividad mínimo. Los resultados pueden observarse después del tratamiento, con una duración de varios meses a más de un año, dependiendo del tipo de relleno utilizado y del metabolismo de cada persona.
¿Toxina botulínica o rellenos dérmicos?
El bótox y los rellenos dérmicos son tratamientos estéticos muy populares, y pueden complementarse perfectamente; el primero es ideal para prevenir las líneas finas y las arrugas, y el último para corregir las que ya existen.
La decisión de utilizar bótox o rellenos dérmicos para reducir el aspecto de las arrugas depende de varios factores, como el tipo de arrugas que tenga, el resultado deseado y las recomendaciones de un profesional sanitario cualificado.
Lecturas recomendadas: Tipos de arrugas
Nuestros dos productos exclusivos, HYAcorp Fine y HYAcorp Feel, se han diseñado exclusivamente para tratar esas pequeñas zonas del rostro.
HYAcorp Fine es ideal para tratar las arrugas periorbitales y corregir y alisar las líneas finas. HYAcorp Feel se utiliza para tratar las arrugas superficiales a medias de la región perioral y reducir el aspecto de las arrugas superficiales a medias de la región periorbital.
La elección entre la toxina botulínica y los rellenos dérmicos, o una combinación de ambos, debe realizarse en consulta con un profesional sanitario cualificado que pueda evaluar sus necesidades individuales y ofrecerle recomendaciones personalizadas basadas en su anatomía facial única, el estado de su piel y sus objetivos estéticos.
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