1 de diciembre de 2022

Corrección del volumen glúteo con ácido hialurónico macromolecular: Una evidencia basada en la experiencia

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Corrección del volumen glúteo con ácido hialurónico macromolecular: Una evidencia basada en la experiencia

Desde el primer procedimiento de aumento de glúteos del que se informó en 1973, se han desarrollado muchos enfoques quirúrgicos para satisfacer las crecientes peticiones de los pacientes.

Durante los últimos 10 años, debido a la creciente demanda de procedimientos mínimamente invasivos, el AH macromolecular se ha convertido en una valiosa alternativa a los injertos de grasa autóloga y a los implantes, que son las técnicas quirúrgicas más utilizadas en este ámbito.

De hecho, la HA macromolecular resulta la mejor opción para aquellos pacientes que no tienen grasa que transferir o que necesitan pequeños volúmenes, poco contorno o corrección de defectos. Además, esta técnica está indicada en primer lugar en pacientes que no quieren someterse a un procedimiento quirúrgico.

Clínicamente, se ha demostrado que el relleno de HA macromolecular se integra en el tejido adiposo glúteo y se adapta mejor a las características anatómicas y biológicas de los glúteos. Además, este biomaterial ofrece un efecto lifting óptimo sobre la piel. De este modo, es posible conseguir un buen resultado incluso en un tratamiento en consulta, con un traumatismo mínimo, bajo riesgo de EA, corto tiempo de recuperación y resultados reversibles y a medida.

Sin embargo, debemos tener en cuenta sus dos principales contras: El AH macromolecular es un relleno no permanente, y los costes pueden ser elevados para algunos pacientes.

Además, en mis nueve años de experiencia, he realizado más de 3.700 tratamientos entre Dubai, Milán y Roma. Desde mi punto de vista, este procedimiento no es tan sencillo como parece porque implica el conocimiento de algunos conceptos clave para obtener resultados seguros y eficaces.

En primer lugar, la selección de los pacientes debe realizarse teniendo en cuenta los parámetros quirúrgicos, evitando aquellos que presenten una laxitud cutánea importante, estrías y/o distribución de la celulitis. A continuación, es obligatorio un conocimiento anatómico avanzado de la zona para evitar la inyección/daño/compresión de los vasos glúteos y los plexos nerviosos. Desde el punto de vista estético, la evaluación de la forma de los glúteos y la calidad de la piel es esencial.

Por último, la técnica es la piedra angular para obtener resultados perfectos, seguros y duraderos. Es obligatorio inyectar en la capa de grasa subcutánea profunda, siempre por encima del músculo, y evitar el tercio inferior de la nalga para minimizar el riesgo de EA y la rápida reabsorción del producto.

Además, recomiendo un volumen total máximo de inyección de 150cc. por sesión. Para volúmenes mayores, prefiero dividir la cantidad total en dos o más sesiones, con un mes de diferencia, lo que nos permite reducir los riesgos de inflamación y obtener los mejores resultados.

Antes de comenzar, debemos detectar cualquier tratamiento previo del paciente con otros rellenos, o enfermedades presentes y pasadas que en ciertos casos podrían representar criterios de exclusión.

La evaluación del paciente debe realizarse en posición de pie para evaluar la forma y la calidad de la piel bajo el efecto gravitacional y marcar las zonas a tratar, incluyendo la zona de máxima proyección, el recorrido de la cánula y los puntos de entrada.

Un tratamiento seguro requiere una preparación que garantice unas condiciones ambientales asépticas y que proporcione un tratamiento profiláctico antibiótico y antiinflamatorio.

La elección de los productos también es crucial para obtener resultados duraderos y seguros. Llevo nueve años utilizando HYAcorp MLF1/2 de BioSCIENCE por su bajo nivel de toxicidad, sus características reológicas específicas y sus dos gamas diferentes de tamaño de partícula que permiten adaptarse a las necesidades de los distintos tipos de piel y zonas de los glúteos.

Fuente: Dr. Piero Crabai, artículo de la revista electrónica ISAPS

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