La liposucción es un procedimiento que puede eliminar eficazmente los depósitos de grasa rebelde en diversas partes del cuerpo que no se reducen fácilmente con los métodos convencionales de pérdida de peso. Proporciona una solución duradera mediante la eliminación permanente de estas células grasas.
Esta técnica quirúrgica se realiza con cánulas finas diseñadas para apuntar con precisión y
eliminar los depósitos de grasa de las capas subcutáneas del cuerpo. Las técnicas avanzadas de lipoescultura utilizan dispositivos de potencia asistida como ultrasonidos, láser y vibraciones mecánicas para desorganizar eficazmente los grupos de células grasas.
Además, la aplicación de plasma gaseoso y radiofrecuencia tras el proceso de eliminación de grasa estimula el tensado del tejido subcutáneo, lo que se traduce en una reducción de la laxitud.
Aunque la lipoescultura pueda parecer poco complicada, en realidad es un procedimiento quirúrgico muy preciso que puede conllevar riesgos y complicaciones incluso cuando lo realizan profesionales experimentados.
Algunas de estas complicaciones incluyen irregularidades en la superficie de la piel, variaciones de grosor que van de asimetrías leves a graves, así como depresiones. En determinados casos, estos problemas pueden requerir una corrección quirúrgica adicional para lograr el resultado deseado.
Cuando se trata de complicaciones menores, mi enfoque favorito para la corrección en este caso consiste en utilizar rellenos corporales de ácido hialurónico (AH). Una de mis opciones preferidas es HYAcorp MLF1, que posee propiedades reológicas que permiten el soporte de los tejidos suprayacentes.
El relleno MLF1 de HYAcorp actúa eficazmente sobre las depresiones o huecos del tejido subcutáneo, preservando al mismo tiempo la plasticidad y suavidad de la piel. Normalmente sólo se necesita una pequeña cantidad del producto de relleno para corregir estas imperfecciones. Esto no sólo minimiza la cantidad necesaria, sino que también hace que sea rentable tanto para el paciente como para el cirujano. El impacto económico del uso de HYAcorp MLF1 es bajo, lo que beneficia a ambas partes implicadas.
Además, la estabilidad y la duración a largo plazo de la corrección son consideraciones importantes cuando se utilizan rellenos de HA. Por lo general, estos rellenos pueden durar más de un año, con resultados apreciables incluso durante más tiempo. Esto se debe a que el AH estimula los fibroblastos, promoviendo la producción de colágeno endógeno, lo que puede tener un impacto metabólico de hasta dos años.
Cuando corrijo pequeños defectos, deben tenerse en cuenta varios factores clave. En primer lugar, debe haber transcurrido suficiente tiempo desde la intervención para permitir la reducción de la inflamación posquirúrgica y la hinchazón asociada. La esterilidad es crucial, por lo que la piel se prepara con soluciones antisépticas.
Es esencial implantar HYAcorp-MLF1 en la capa subcutánea y no en la dermis, de lo contrario puede hacerse notar, causando complicaciones adicionales.
En algunos casos de cicatrices subcutáneas fibrosas, la dermis puede estar adherida a capas más profundas, lo que limita una corrección uniforme y satisfactoria. Para solucionar este problema, utilizo una aguja Nokor para seccionar las fibras y liberar los tejidos superficiales. Esto optimiza la corrección con el relleno de HA.
Por lo general, los resultados del procedimiento de relleno serán perceptibles tras la intervención, lo que se traduce en un alto grado de satisfacción tanto para el paciente como para el cirujano.
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